Enfermedad Genética

Enfermedad genética

Para esclarecer qué se entiende por enfermedad genética, llamadas también hereditarias o congénitas, debemos revisar el concepto de gen o partícula que trasmite caracteres de padres a hijos.

Los genes están en los cromosomas, estructuras filamentosas que se encuentran en el núcleo de todas las células del cuerpo. Cada cromosoma tiene miles de genes diferentes.

Los genes se encuentran siempre en pares. El padre y la madre proveen cada uno un gen de sus pares para formar un nuevo par para el niño. De esta manera, los genes siempre pasan características familiares de una generación a la siguiente.

Los padres no pueden controlar los genes que  heredaran sus hijos.

Así existen enfermedades de los padres cuya información está contenida en genes y estos son capaces de traspasarse a los hijos cuando se realiza la fecundación del óvulo materno.

Las enfermedades genéticas corresponden a un grupo heterogéneo de afecciones que en su desarrollo presentan un significativo componente genético. Ello puede ser alguna alteración en un solo gen, en varios genes (poligenes) o en muchos genes (cromosomas).

La alteración genética puede producir directamente la enfermedad (por ejemplo, el caso de la Hemofilia ) o interactuar con factores ambientales (como, por ejemplo, la predisposición genética en el desarrollo de la Hipertensión arterial).

Cada vez se hace más difícil separar las afecciones de desarrollo ambiental de aquellas llamadas "genéticas puras". A modo de ejemplo, conviene recordar que para varias enfermedades típicamente ambientales, como infecciones bacterianas, parasitarias, etc., recientemente se ha demostrado una susceptibilidad genética del individuo.

En síntesis, se puede decir que las enfermedades genéticas son aquellas debidas a una alteración en el material genético de una persona y que suelen provocar una alteración metabólica.

Se pueden distinguir:

Enfermedad genética dominante: enfermedad genética en la que con una sola copia afectada del gen se manifiesta la enfermedad.

Enfermedad genética recesiva: enfermedad genética en la que se necesitan dos copias afectadas del gen para padecer la enfermedad.

Enfermedad ligada al sexo: enfermedad que se trasmite en los cromosomas sexuales; suele ser más frecuente que se trasmita en el cromosoma X.

Enfermedad monogénica: enfermedad genética debida a la alteración de un solo gen.

Enfermedad poligénica: enfermedad genética debida a la alteración de diversos genes.

Algunas enfermedades genéticas son: Sindrome de Down, Sindrome de Klinefelter, Sindrome de Turner, Anemia Falciforme, Hemofilia, Daltonismo, Albinismo, Polidactilia.



Síndrome de Down
El Síndrome de Down es una alteración cromosómica causada por la presencia de un cromosoma 21 de más. La alteración comporta siempre unos rasgos morfológicos característicos y una disminución de la capacidad mental, aunque la manifestación de estas afectaciones varía según los individuos.
No existen, de todas formas, grados de afectación del síndrome. Simplemente se tiene o no. Todas las personas tienen 46 cromosomas en cada célula de su cuerpo. En los casos de una persona con el SD, existe un cromosoma de más en la pareja 21. Esta persona, pues, tiene 47 cromosomas en lugar de 46, de ahí la denominación de trisomía 21.
Se desconoce el origen exacto de esta alteración, si bien es posible determinar la coincidencia de varios factores de riesgo, tales como la edad de la madre.
El Síndrome de Down se puede diagnosticar desde el nacimiento mediante una prueba genética denominada cariotipo.
Actualmente es posible realizar dos pruebas de diagnóstico en el periodo prenatal, mediante una biopsia de corion (a las 10-13 semanas de gestación) o la amniocentesis (a las 15-17 semanas).
Espontáneamente uno de cada 600-700 recién nacidos puede tener el Síndrome de Down, pero la influencia del diagnóstico prenatal reduce esa cifra.
No existe ningún tratamiento médico ni farmacológico para el Síndrome de Down. Hasta el momento el único tratamiento consiste en la intervención educativa, que durante la primera infancia recibe el nombre de atención precoz. Como primer eslabón de la integración social de la persona con Síndrome de Down, siempre se debe acompañar de un entorno familiar favorable.
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Síndrome de Turner
Es una alteración cromosómica encuadrada dentro de las disgenesias gonadales que cursa con talla baja, infantilismo sexual y malformaciones somáticas.
Generalidades y Clínica
La constitución cromosómica 45 XO se da en uno de cada 2.500 nacidos vivos con fenotipo femenino. Esta incidencia puede ser mayor si se tiene en cuenta que el 5% de abortos espontáneos tienen este mismo cariotipo.
Aun cuando su etiopatogenia no es bien conocida, parece ser el resultado de una no disyunción materna o paterna. Se han encontrado además diferentes mosaicos, delecciones del brazo largo del cromosoma X e isocromosomas.
Estas pacientes presentan genitales externos femeninos, con útero y trompas normales, pero de tipo infantil. No existen ovarios, que están sustituidos por unas formaciones de aspecto acintado y color blanquecino, situados en los ligamentos anchos. Microscópicamente se comprueba que estas estructuras son de tejido conjuntivo fibroso, dispuestas en remolinos y carentes de células germinales.
En los síntomas destacan tres aspectos:
1.- Talla baja
Suelen alcanzar en la edad adulta una talla que oscila entre 129 y 147 cm según las diferentes series de la literatura.
Las etapas del crecimiento pueden sistematizarse en cuatro fundamentales:
- Crecimiento intrauterino retrasado.
- Crecimiento normal hasta los 2 años.
- Progresivo deterioro del crecimiento entre los 2 y los 11 años.
- Crecimiento lento en la adolescencia sin estirón puberal.
Hay que tener en cuenta que existe una cierta displasia esquelética en algunos casos.
2.-Infantilismo sexual
La disfunción más frecuente en un órgano en el síndrome de Turner es la disgenesia ovárica, ya que el feto a las 14-16 semanas de la gestación presenta ovarios de estructura histológica normal, así como también lo son las trompas, el útero y la vagina. Es en el último trimestre del embarazo y en los meses siguientes a la gestación cuando se produce una rápida atresia de los ovocitos y fibrosis del estroma. Sin embargo, este proceso a veces no es absoluto, y ello explica el que en un 5% de las enfermas puede haber un grado de función ovárica residual suficiente para iniciar el desarrollo de las mamas en la pubertad y algunas pueden tener una o más menstruaciones espontáneas. Raramente tienen ovulaciones, habiéndose observado casos de embarazos, tanto en niñas con monosomía como con mosaicos.
Las gonadotropinas permanecen en niveles altos durante los primeros años de la vida (sobre todo la FSH), para luego disminuir a niveles similares a las niñas normales. Al no producirse la pubertad, por fracaso ovárico, aumentan las gonadotropinas hasta niveles de menopáusicas, y por tanto no se produce el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios, y las afectas permanecen sexualmente infantiles y con amenorrea primaria.
Hasta hace poco la infertilidad era definitiva, pero gracias a las investigaciones en la donación de óvulos y su implantación en el útero de la receptora, la maternidad es posible, aunque deben resolverse algunos problemas como sincronizar los ciclos hormonales de la donante y de la receptora, así como encontrar el momento óptimo para el trasplante de embriones al útero.
Otro tema debatido durante años era el de la extirpación de las cintillas ováricas. No hay ninguna razón para realizarlo, a no ser que presenten signos de virilización o haya en el cariotipo un cromosoma Y (muy raro), en cuyo caso hay riesgo de formación de gonadoblastomas.
3.- Anomalías somáticas
Son variadas y dependen muchas veces de los diversos cariotipos.
En el momento del parto suele ser frecuente el linfedema de las extremidades o el higroma de la nuca, ambos condicionados por una hipoplasia de los vasos linfáticos superficiales (25% de los casos). Se produce un bloqueo linfático, que en general desaparece durante el primer año de la vida, aunque a lo largo de ella puede dar lugar a fenómenos de edema intermitente y tendencia a la linfangitis.
El descenso de la línea de implantación posterior del cabello y la rotación de las orejas, pueden ser consecuencia de la distensión de la nuca.
Con frecuencia presentan grados variables de disminución de la mandíbula (micrognatia) y secundariamente deficiente implantación dentaria. Puede haber paladar ojival, epicanto, sinofridida y disminución de la distancia interorbitaria.
El cuello presenta evidente acortamiento, siendo más ancho de lo habitual. En una cuarta parte de los casos hay pterigium colli. Hay una elevada frecuencia de esta anomalía en la monosomía sexual (45 X0). Este cuello alado se forma por unos pliegues cutáneos a modo de membranas, de forma triangular que van desde la región mastoidea hasta el acromión (cuello de esfinge).
El tórax es ancho, con aumento de la distancia entre las mamilas (tórax en escudo) y no hay desarrollo en los casos típicos.
Existen alteraciones óseas como el genu valgo, escoliosis y otras anomalías ortopédicas. De las más frecuentes son el cúbito valgo y el acortamiento del cuarto metacarpiano (73% y 54% de nuestra serie respectivamente). Se ha descrito el signo del carpo ¾mucho más inconstante¾ que es la disminución del ángulo formado por la extremidad inferior del cúbito y la primera fila de huesos del carpo.
Suele haber osteoporosis.
Las anomalías cardiovasculares son relativamente frecuentes, sobre todo la coartación aórtica (10%), la estenosis aórtica y las valvulopatías (tricúspide y aórtica), aunque también pueden haber defectos del tabique interventricular, malformaciones de los grandes vasos y dextrocardia. Cada vez hay más descripciones de aneurismas disecantes de aorta, de cuyo origen pueden ser responsables trastornos hemodinámicos o defectos mesenquimales primarios.
Fuentes web:
http://serbal.pntic.mec.es/~jpons4/pag1.htm
www.profesorenlinea.cl - Registro N° 188.540




Síndrome de Klinefelter
Es la presencia de un cromosoma X extra en un hombre.
Causas
La mayoría de las personas tienen 46 cromosomas. Los cromosomas contienen todos los genes y el ADN, los pilares fundamentales del cuerpo. Dos cromosomas sexuales determinan si usted se convertirá en niño o en niña. Las mujeres normalmente tienen dos cromosomas sexuales XX, mientras que los hombres normalmente tienen un cromosoma X y un cromosoma Y.
El síndrome de Klinefelter se presenta cuando un niño varón nace con al menos un cromosoma X extra. Por lo regular, esto ocurre debido a un cromosoma X adicional. Esto se escribiría como XXY.
El síndrome de Klinefelter se presenta en aproximadamente uno de cada 500 a 1,000 bebés varones. Las mujeres que resultan embarazadas después de los 35 años tienen una probabilidad ligeramente mayor de tener un niño con este síndrome que las mujeres más jóvenes.
Síntomas
    Proporciones corporales anormales (piernas largas, tronco corto, hombro igual al tamaño de la cadera)
    Agrandamiento anormal de las mamas (ginecomastia)
    Infertilidad
    Problemas sexuales
    Vello púbico, axilar y facial menor a la cantidad normal
    Testículos pequeños y firmes
    Estatura alta
Pruebas y exámenes
El síndrome de Klinefelter primero se puede diagnosticar cuando un hombre va al médico a consultar debido a la infertilidad, ya que ésta el síntoma más común.
Se pueden realizar los siguientes exámenes:
    Cariotipado
    Conteo de semen
Se harán exámenes de sangre para verificar los niveles hormonales incluyendo:
    Estradiol, un tipo de estrógeno
    Hormona foliculoestimulante
    Hormona luteinizante
    Testosterona
Tratamiento
Se puede prescribir la terapia con testosterona que puede ayudar a:
    Promover el crecimiento de vello corporal
    Mejorar la apariencia de los músculos
    Mejorar la concentración
    Mejorar la autoestima y el estado de ánimo
    Mejorar la energía y el impulso sexual
    Mejorar la fuerza
La mayoría de los hombres con este síndrome no son capaces de embarazar a una mujer; sin embargo, un especialista en infertilidad puede ayudarlos. Un médico especial llamado endocrinólogo también puede ser útil.
Posibles complicaciones
El agrandamiento de los dientes con un adelgazamiento de la superficie, denominado taurodontismo, es muy común en el síndrome de Klinefelter y se puede observar en radiografías dentales.
Este síndrome también incrementa el riesgo de:
    Trastorno de hiperactividad y déficit de atención
    Trastornos autoinmunitarios como el lupus, la artritis reumatoidea y el síndrome de Sjögren
    Cáncer de mama en hombres
    Depresión
    Dificultades de aprendizaje, incluso dislexia, que afecta la lectura
    Un raro tipo de tumor llamado de células germinativas extragonadales
    Enfermedad pulmonar
    Osteoporosis
    Venas varicosas
Cuándo contactar a un profesional médico
Solicite una cita con el médico si su hijo no desarrolla características sexuales secundarias en la pubertad. Esto incluye crecimiento de vello facial y engrosamiento de la voz.
Un asesor en genética puede brindarle información acerca de esta afección y enviarlo a grupos de apoyo en su área.
Nombres alternativos
Síndrome 47 X-X-Y
Referencias
MedlinePlus http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000382.htm
Bacino CA, Lee B. Cytogenetics. In: Kliegman RM, Behrman RE, Jenson HB, Stanton BF, eds. Nelson Textbookof Pediatrics.19th ed. Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier; 2011: chap 74.


 

La anemia falciforme
La anemia falciforme es una enfermedad de la sangre de origen hereditario que afecta prioritariamente a las personas que tienen antepasados de raza negra, aunque también se da en otros grupos étnicos, incluyendo las personas que tienen antepasados de origen mediterráneo o de oriente medio.
En EE.UU., hay más de 70.000 personas afectadas por esta enfermedad. Aproximadamente dos millones de norteamericanos —uno de cada doce— tiene el rasgo drepanocítico, lo que significa que son portadores de un único gen de la enfermedad sin manifestarla.
¿Qué es la anemia falciforme?
La anemia falciforme, también conocida como anemia drepanocítica o drepanocitosis, es un trastorno sanguíneo que afecta a la hemoglobina, la proteína que contienen los glóbulos rojos y que ayuda a transportar el oxígeno por todo el cuerpo.
La anemia falciforme ocurre cuando una persona hereda dos genes anómalos (uno de cada progenitor), lo que determina que sus glóbulos rojos tengan una forma anómala. En vez de ser flexibles y en forma de disco, son rígidos y curvos, adoptando la forma de una antigua herramienta de labranza denominada hoz —de donde proviene el nombre de la enfermedad (falciforme significa relativo a la hoz)-, parecida a una luna en cuarto creciente.
Los glóbulos rojos que contienen la hemoglobina normal (hemoglobina A o HbA) se desplazan fácilmente por el torrente sanguíneo, repartiendo oxígeno a todas las células del cuerpo. Los glóbulos rojos normales tienen forma de disco o rosquilla con el centro cóncavo y son blandos y flexibles, lo que les permite pasar incluso a través de vasos sanguíneos muy estrechos.
La anemia falciforme tiene lugar cuando se produce una forma anómala de hemoglobina (HbS). Las moléculas de HbS tienden a amontonarse, convirtiendo los glóbulos rojos en unas células pegajosas, rígidas y más frágiles y haciéndoles adoptar una forma similar a la de una hoz.
Los glóbulos rojos que contienen HbS pueden ir alternando entre la forma normal y la forma anómala hasta que a la larga acaban adoptando permanentemente la forma anómala. Entonces, en vez de desplazarse fácilmente por el torrente sanguíneo, pueden obstruir vasos sanguíneos, impidiendo que los tejidos corporales reciban el oxígeno que necesitan para funcionar y mantenerse sanos.
A diferencia de los glóbulos rojos normales, que permanecen aproximadamente 4 meses en el torrente sanguíneo, los glóbulos rojos anómalos, más frágiles, se descomponen al cabo de 10 a 20 días, lo que suele provocar anemia. La anemia tiene lugar cuando la cantidad de glóbulos rojos que hay en el cuerpo (o la cantidad de hemoglobina) está por debajo de lo normal. Las personas que padecen anemia suelen encontrase débiles, se cansan con facilidad y pueden tener aspecto de estar “hechas polvo”.
Las personas con anemia falciforme también pueden tener complicaciones provocadas por los problemas circulatorios, así como dificultades para luchar contra las infecciones. Por ejemplo, tienen un riesgo incrementado de padecer determinadas infecciones, así como apoplejía y un trastorno denominado síndrome torácico agudo, provocado por la inflamación del tejido pulmonar a consecuencia de los glóbulos rojos que quedan atrapados en los pulmones.
La anemia falciforme no es contagiosa, de modo que no te la puede contagiar nadie ni tú se la puedes contagiar a nadie como si se tratara de un catarro u otra infección. Las personas con anemia falciforme han heredado dos genes de la drepanocitosis, uno de cada uno de sus progenitores. Si un niño hereda el rasgo drepanocítico solamente de uno de sus progenitores, no desarrollará la enfermedad, pero será portador del rasgo. Las personas que son portadoras de ese rasgo no tienen anemia falciforme ni ningún síntoma de la enfermedad, pero pueden transmitir el gen de la drepanocitosis a su descendencia.
Puesto que la gente que solo hereda un gen de la drepanocitosis nunca llega a desarrollar la enfermedad pero la puede transmitir a su descendencia, es posible que no sepa que es portadora de ese gen. Por eso se recomienda a aquellos jóvenes que tengan dudas sobre si son portadores del gen defectuoso que pidan a sus médicos que les haga una prueba para dilucidarlo. El Instituto Nacional de la Salud (NIH por sus siglas en inglés) recomiendan hacer pruebas de cribado a todos los recién nacidos para saber si padecen anemia falciforme y actualmente estas pruebas son obligatorias en los recién nacidos de prácticamente todos los estados de EE.UU. Esto permite que los lactantes que padecen la enfermedad reciban ni bien nacen los cuidados y tratamientos que necesitan.
Signos y síntomas
Las personas que tienen anemia falciforme pueden desarrollar ictericia, un trastorno provocado por la elevada tasa de descomposición de los glóbulos rojos que se caracteriza porque la piel y el blanco de los ojos adquieren una tonalidad amarillenta.
Las personas con anemia falciforme también pueden presentar episodios agudos de fuerte dolor en el pecho, el estómago, los brazos, las piernas y otras partes del cuerpo. Esto se debe a que los glóbulos rojos anómalos obstruyen el riego sanguíneo en esas partes del cuerpo. Estar muy cansado y tener problemas para hacer frente a las infecciones también son síntomas frecuentes entre los jóvenes con anemia falciforme, que pueden tener trastornos de crecimiento.
Los episodios de dolor, también denominados crisis de dolor, varían en intensidad, frecuencia y duración. Mientras que algunas personas tienen un solo episodio de dolor al año, otras experimentan este tipo de episodios mucho más a menudo. Estos episodios pueden ser de corta duración o pueden durar horas, días e incluso semanas. El dolor puede afectar a cualquier órgano o tejido corporal, por ejemplo, los brazos, las piernas, las caderas y los hombros. Cuando una persona con anemia falciforme tiene un síndrome torácico agudo, puede presentar fuerte dolor torácico y abdominal, fiebre, tos y dificultades para respirar.
¿Qué hacen los médicos?
Para diagnosticar la anemia falciforme, los médicos utilizan una prueba especial para analizar la sangre denominada electroforesis de la hemoglobina a fin de detectar HbS en la sangre de sus pacientes.
La anemia falciforme no tiene curación y algunas personas se ponen tan enfermas que pueden llegar a fallecer a consecuencia de la enfermedad (aunque la mayoría de jóvenes afectados por esta enfermedad no mueren). No obstante, existen tratamientos que ayudan a prevenir las complicaciones de la anemia falciforme. A los jóvenes con anemia falciforme les suelen recetar ácido fólico, una vitamina que ayuda al cuerpo a producir nuevos glóbulos rojos. Los analgésicos (medicamentos para aliviar el dolor) ayudan a aliviar los síntomas en los episodios de dolor. Asimismo, los niños y jóvenes con anemia falciforme deberían tomar penicilina u otros antibióticos para ayudar a prevenir las infecciones.
Algunas crisis se pueden tratar en casa con analgésicos, reposo e ingesta de líquido en abundancia. Pero, si una crisis es especialmente intensa, se deberá ingresar al paciente en el hospital para que le administren fluidos por vía intravenosa (IV) y analgésicos más potentes. Los afectados también pueden requerir oxígeno para aliviar los síntomas durante las crisis o episodios de síndrome torácico agudo.
Los jóvenes que padecen esta enfermedad pueden requerir transfusiones de glóbulos rojos sanos para que el oxígeno pueda llegar más eficazmente a todos los tejidos corporales, y algunos de ellos necesitan someterse a transfusiones regularmente.
Los científicos están investigando constantemente para encontrar nuevas formas de ayudar a las personas afectadas por esta enfermedad. Varios tratamientos nuevos, como el fármaco hidroxiurea, han ayudado a reducir las crisis de dolor y los episodios de síndrome torácico agudo en adultos.
Fuente: The Nemours Foundation.
http://kidshealth.org/teen/en_espanol/enfermedades/sickle_cell_anemia_esp.html#




Daltonismo
Aproximadamente uno de cada diez hombres presenta alguna de las formas de daltonismo, una incapacidad visual para distinguir ciertos colores, que tiene un origen genético ligado al cromosoma X.
¿Cómo vemos los colores?
El ojo humano está formado por distintas estructuras que interaccionan para permitir la recepción de los estímulos visuales.
Uno de los componentes del ojo es la retina, que se encuentra situada en la parte posterior del ojo y se encarga de “proyectar” las imágenes (estímulos) que le llegan del exterior. En esta parte del ojo se encuentran las únicas células capaces de captar el color y la luz, son los denominados conos y bastones.
Existen tres tipos de conos, cada uno de los cuales puede captar las longitudes de onda equivalentes al rojo, azul y verde, gracias a su contenido en pigmentos (moléculas que captan la luz a diferentes longitudes de onda –lo que equivale a los distintos colores-). Mediante las diferentes intensidades captadas por los tres tipos de conos, es posible distinguir todos los colores que forman parte del espectro de luz visible.
¿Qué es el daltonismo?
Esta alteración debe su nombre al científico inglés John Dalton, que fue el primer caso descrito de daltonismo. El daltonismo es una incapacidad visual que impide distinguir ciertos colores. Esto se debe a la falta o al mal funcionamiento de uno o más de un tipo de cono.
Existen múltiples variantes de este trastorno; en realidad, podría decirse que ningún daltónico ve exactamente igual que otro. Haciendo una clasificación a groso modo se pueden distinguir tres tipos de daltonismo:
Dicromatismo
La forma más común es el dicromatismo, que afecta a los conos encargados de captar el rojo o el verde. Al faltar uno de los tipos celulares, el otro se encargará de recoger los estímulos que corresponderían al primero; así, en muchos casos los dos estímulos entrantes serán percibidos como un mismo color. Las personas que presentan este tipo de daltonismo tienen dificultad para establecer la diferencia entre los colores rojo y verde.
Otra variante de este trastorno es la falta de los conos encargados de captar los tonos azules; en este caso, los individuos confundirán con frecuencia los colores azul y amarillo. Estos tipos de daltonismo son denominados dicromatismos, puesto que el individuo posee solo dos tipos de conos.
Tricromatismo anómalo: Otra de las formas de daltonismo que tiene efectos similares, aunque más leves, que los dos casos anteriores. En este caso, el individuo presenta los tres tipos de conos, pero existe alguna deficiencia en los mismos que impide un funcionamiento totalmente normal.
Acromatopsia: Por último, el caso más grave de daltonismo es la denominada acromatopsia, a consecuencia de la cual el individuo que la padece aprecia únicamente diferencias en la escala de grises.
Causas del daltonismo
Esta alteración tiene un origen genético; se trata de un trastorno de herencia ligada al sexo, es decir, el gen afectado se encuentra en uno de los cromosomas sexuales (el ser humano tiene 46 pares de cromosomas de los cuales 22 pares son autosómicos y un par es sexual).
En este caso se trata de un gen recesivo ligado al cromosoma X; esto quiere decir que todos los hombres que hereden un cromosoma X con el gen defectuoso padecerán el trastorno y que las mujeres, en cambio, solo lo padecerán en caso de que ambos cromosomas presenten el gen (lo cual es bastante improbable, ya que requeriría que los dos progenitores portasen dicho gen). Esto explica que los casos de daltonismo en mujeres sean poco frecuentes, mientras que aproximadamente uno de cada diez hombres presenta alguna de las formas de daltonismo.
Diagnóstico del daltonismo
En la mayoría de los casos de daltonismo, excepto en los más leves, el paciente y las personas de su entorno comienzan a detectar ciertas anormalidades visuales durante el desempeño de las actividades diarias, escolares, etc. Otras muchas veces los individuos descubren por casualidad que padecen este tipo de trastorno.
Existe diferentes pruebas y test para el diagnóstico del daltonismo y el grado de la alteración. Así, las manchas de Ishihara y Stilling consisten en láminas en las que aparecen puntos de colores primarios dispuestos formando números o formas, sobre un fondo de puntos de colores similares, de modo que una persona con una capacidad visual normal podrá distinguirlos, mientras que un daltónico no. Además de estas pruebas, es recomendable realizar un reconocimiento oftalmológico confirmativo para asegurar el diagnóstico.
Test de Ishihara
El test de Ishihara, que se llama así en honor a su creador, el doctor Shinobu Ishihara, consta de 38 cartas que muestran un círculo con puntos de colores de diversos tamaños. Los puntos forman un número que es visible para las personas que no padecen ningún defecto visual, pero aquellos con algún grado de daltonismo ven números distintos o, directamente, no son capaces de ver ningún número. Aunque la prueba completa incluye 38 discos, con que el paciente observe unas cuantas cartas es suficiente para detectar la existencia de un defecto visual. A continuación se presentan unas cuantas figuras correspondientes a las cartas de Ishihara.
Escrito por Natalia Dudzinska Camarero, bióloga disponible en:
http://www.webconsultas.com/daltonismo/daltonismo-2632





Albinismo
El albinismo es un defecto hereditario que altera la producción y el metabolismo de la melanina, lo que se traduce en una ausencia total o parcial de este pigmento que es responsable del color de la piel, cabello y ojos.
El albinismo es un defecto hereditario que altera la producción y el metabolismo de la melanina, lo que se traduce en una ausencia total o parcial de este pigmento producido por unas células llamadas melanocitos y que es responsable del color de la piel, cabello y ojos.
Los afectados por el albinismo son llamados albinos y carecen de pigmentos en el cabello, la piel o el iris del ojo. La falta de pigmentación de la piel hace que los albinos sean más susceptibles a las quemaduras solares y al cáncer de piel. Y es que el papel fisiológico fundamental de la melanina es proteger la piel de los efectos nocivos de la luz ultravioleta, es por ello que las personas que habitan cerca de los trópicos son más oscuras, ya que su exposición al sol es mayor, en comparación con las personas que viven en climas templados.
El patrón de herencia del albinismo es de tipo autosómico recesivo, lo cual significa que la probabilidad de que el trastorno se transmita de una generación a otra es baja. Las estadísticas muestran que alrededor de una de cada 17.000 personas sufren de algún tipo de albinismo.
La persecución a los albinos
El albinismo provoca rechazo social y, lo que es peor, los albinos o, mejor dicho, algunas partes de su cuerpo, como la sangre, los huesos, o los órganos, se consideran en algunos países africanos amuletos contra el ‘mal de ojo’.
Así, a los problemas de salud que les puede ocasionar su condición de albinos –la radiación solar daña su piel y sus ojos, que son mucho más sensibles que los del resto de la población, y sin las medidas de prevención y el tratamiento adecuados pueden desarrollar cáncer de piel desde niños–, estas personas añaden un estigma social a causa de su aspecto que, si además han nacido en determinados países, les puede llegar a costar la vida. En Tanzania, por ejemplo, hay una creencia popular según la cual preparar y tomar pociones que contengan partes del cuerpo de un albino, proporciona suerte y riquezas.
El problema se agrava, además, porque el albinismo en Tanzania tiene una gran incidencia y se estima que afecta a más de 150.000 personas, aunque se desconoce el número exacto. Los albinos son sometidos a la persecución y el linchamiento, y se ven obligados a ocultarse y a abandonar sus hogares. Por ello, organismos como la Cruz Roja y algunas ONG’s, como la Asociación para la Integración y Progreso de las Culturas – Pandora (AIPC Pandora), han puesto en marcha proyectos para proteger a estos fugitivos involuntarios, y en 2010 se creó ‘Kabanga School’, en el norte de Tanzania, un centro donde se facilita a los albinos el acceso a profesionales médicos que evalúen y traten sus problemas físicos y establezcan medidas para prevenir la ceguera, y se les ofrecen actividades educativas, culturales y de ocio, especialmente a los menores.
Dermatólogos españoles, que acuden como voluntarios a Tanzania para enseñar a los médicos locales cómo manejar las lesiones de la piel de los albinos, han podido comprobar la discriminación de la que son objeto estas personas, y se han asombrado de la capacidad de resistencia ante el dolor de los niños afectados por este trastorno. Según los médicos, estos niños son tímidos y desconfiados, y rara vez sonríen –algo natural teniendo en cuenta el rechazo social y el riesgo que corren de ser asesinados–, pero no lloran ni se quejan a pesar de las lesiones que sufren a consecuencia de su blanquísima piel, incapaz de defenderse frente a un sol que, en África, brilla con intensidad casi todos los días del año.
Causas y tipos de albinismo
Para entender las causas del abinismo tenemos que comprender que el proceso bioquímico por el cual se produce la melanina se llama melanogénesis, y en este participan numerosas enzimas, entre ellas una de las más importantes es la enzima tirosinasa que convierte la tirosina (un aminoácido) en una sustancia llamada dopa y posteriormente en dopaquinona, y es además la responsable del incremento en la pigmentación del iris, que se produce en los bebés durante los primeros seis meses de vida.
Si un individuo presenta una mutación en el gen de la tirosinasa, que se encuentra ubicado en el brazo largo del cromosoma 11, esto puede traducirse en una ausencia completa o parcial de la enzima o bien resultar en una enzima no funcional, lo que trae como consecuencia un déficit en la producción del pigmento melanina y por ende causar albinismo.
En cualquier caso si la persona presenta la misma mutación en el gen heredado del padre y en el gen heredado de la madre se dice que es homocigoto, si la mutación es diferente se denomina heterocigoto.
Tipos de albinismo
En realidad se puede hablar de varios tipos de albinismo en función de las siguientes cuestiones:
Según la afectación o no de la piel
    Albinismo óculo-cutáneo: es el más frecuente y afecta la piel, los ojos y el cabello.
    Albinismo ocular: que afecta únicamente los ojos.
Según el defecto de la enzima implicada en la melanogénesis
    Albinismo óculo-cutáneo tipo 1: se debe a un defecto genético enzima la tirosinasa. Hay dos subtipos de esta forma de albinismo
        Subtipo 1A: es la forma más frecuente y severa de albinismo, la enzima yirosinasa es inactiva y no se produce melanina, lo que conduce a individuos con el pelo blanco, piel muy clara y muchas alteraciones visuales.
        Subtipo 1B: la enzima es mínimamente activa y se produce una pequeña cantidad de melanina, lo que conduce a que el cabello pueda oscurecerse al rubio, de color marrón claro amarillo o incluso naranja, así como más pigmento en la piel y una tez más oscura pero blanca.
    Albinismo óculo-cutáneo tipo 2: afectación del gen P que resulta en una proteína P defectuosa. Esta proteína colabora en la función de la enzima tirosinasa, por lo tanto, los individuos con este tipo de albinismo producen cantidades mínimas de melanina y puede tener color de cabello que van desde el rubio muy claro a marrón.
    Albinismo óculo-cutáneo tipo 3: rara vez se ha descrito y resulta de un defecto genético en TYRP1, una proteína relacionada con la tirosinasa. Los individuos con albinismo tipo 3 pueden tener pigmento sustancial.
    Albinismo óculo-cutáneo tipo 4: resulta de un defecto genético en la proteína SLC45A2, que ayuda a la enzima tirosinasa para su función. Los individuos con albinismo tipo 4 producen cantidades mínimas de melanina similar a las personas con albinismo tipo 2.
    Albinismo óculo-cutáneo con manifestaciones sistémicas: es el también llamado Síndrome de Hermansky-Pudlak, en el cual existe una anormalidad en la formación de dos tipos vesículas intracelulares: los melanosomas (que contienen la melanina) en los melanocitos y los cuerpos densos de las plaquetas. Esto trae como consecuencia que los pacientes, además, de presentar albinismo, tengan una predisposición al sangrado de vasos sanguíneos pequeños como los cutáneos o los cerebrales. Este trastorno es más común en Suiza y Puerto Rico. Cuando se realiza una biopsia de piel a estos individuos se observan melanosomas gigantes, llamados macromelanosomas. Aproximadamente el 50% de los pacientes con este síndrome pueden presentar con la edad problemas pulmonares (enfermedad pulmonar intersticial), problemas inflamatorios crónicos en el colon (colitis granulomatosa), problemas renales (insuficiencia renal), o cardiacos (miocardiopatía).
Signos y síntomas del albinismo
La severidad de los síntomas y problemas clínicos asociados al albinismo varía de un individuo a otro, dependiendo del tipo de defecto genético que padezcan. Sin embargo, las patologías asociadas a esta condición se pueden agrupar en dos grandes tipos de problemas: de la piel y de la visión.
Problemas de la piel en albinos
Aunque la mayoría de las personas con albinismo son de tez blanca pálida, el color de la piel o del cabello no son por si solos signos que indiquen un diagnóstico fehaciente de albinismo.
Entre los síntomas del albinismo tenemos que la escasa pigmentación de la piel produce en estos individuos una alta sensibilidad a las quemaduras producidas por la exposición al sol, así como una elevada susceptibilidad a padecer algún tipo de cáncer de piel. Así mismo tienen riesgo de presentar un engrosamiento patológico de la piel que se llama queratosis, o coloración rojiza de la piel, eritematosis.
Las personas con albinismo deben tomar precauciones para evitar daños en la piel causados por el sol, tales como el uso de lociones con protección solar, sombreros, camisas de manga larga así como pantalones largos.
Problemas de la visión en albinos
Las personas con albinismo siempre tienen problemas de la visión, por lo general no corregibles con gafas. El grado de deterioro de la vista varía con los diferentes tipos de albinismo y algunos pueden llegar a ser "legalmente ciegos", sin embargo la mayoría puede usar su visión para muchas tareas, incluyendo la lectura, por lo que no utilizan el lenguaje Braille. Algunos albinos tienen la visión suficiente para conducir un coche. Los problemas de visión son el resultado de un desarrollo anormal de la retina y patrones anormales de conexiones nerviosas entre el ojo y el cerebro. Es la presencia de estos problemas de los ojos lo que define el diagnóstico de albinismo. Entre los problemas visuales más frecuentes en los albinos podemos encontrar:
    Estrabismo: desequilibrio de los músculos de los ojos, "ojos cruzados o bizcos" (esotropía), "ojo perezoso" o un ojo que se desvía hacia fuera (exotropía).
    Fotofobia: sensibilidad aumentada a la luz brillante y el resplandor.
    Astigmatismo: error de refracción causado por una imperfección en la curvatura de la córnea, lo que impide el enfoque claro de los objetos cercanos.
    Hipoplasia foveal: falta de desarrollo de la fóvea del ojo y del nervio óptico.
    Trayectoria anormal del nervio óptico: las señales nerviosas que viajan desde la retina al cerebro no siguen las rutas habituales.
    Hipopigmentación del iris: en los pacientes albinos, la zona de color en el centro del ojo tiene poco o ningún pigmento para filtrar la luz difusa que entra en el mismo. Normalmente, la luz entra en el ojo sólo a través de la pupila, la abertura oscura en el centro del iris, pero en el albinismo la luz puede pasar a través del iris también, esto se llama transiluminación del iris.
    Nistagmo: en la primera infancia, el nistagmo (movimiento involuntario e incontrolable de los ojos) tiene una gran amplitud y baja frecuencia (forma de onda triangular), un patrón que a veces hace que los padres piensen que su niño es incapaz de fijar objetos. Con la edad, el nistagmo eventualmente madura en una forma pendular; virtualmente cualquier tipo de movimiento es posible, incluyendo vertical y rotatorio.
Diagnóstico y tratamiento del albinismo
El albinismo es una condición que se puede diagnosticar simplemente por la observación de la ausencia parcial o total de la pigmentación de la piel, cabello y ojos.
Dentro del conjunto de pruebas que se pueden realizar para verificar un diagnóstico de albinismo tenemos: pruebas genéticas para detectar las mutaciones causantes del albinismo; biopsias de piel en la que se puede observar ausencia del pigmento melanina, o el electrorretinograma. Este test es una prueba no invasiva que consiste en la colocación de un par de pequeños electrodos de registro, uno que se coloca en el párpado del ojo y otro sobre la córnea, se procede a presentar estímulos visuales al paciente como destellos de flash o la imagen de una rejilla. La respuesta de la retina a estos estímulos luminosos se detecta como impulsos eléctricos y se registra una gráfica que en los pacientes albinos está por encima de lo normal.
Pronóstico y tratamiento del albinismo
Las personas que tienen la condición de albinos pueden vivir una vida normal, sin embargo, las vidas de las personas con Síndrome de Hermansky-Pudlak se puede acortar por la enfermedad pulmonar o cardiaca.
En general los individuos con albinismo deben ser valorados desde el nacimiento por un equipo multidisciplinario de especialistas constituido por pediatras, oftalmólogos, dermatólogos, psicólogos y asistentes sociales, ya que el albinismo puede causar problemas de adaptación social, pues la condición de estos pacientes les confiere un aspecto diferente al de sus familiares, compañeros y otros miembros de su grupo étnico.
No existe cura para la condición de albino, solo se pueden realizar tratamientos dirigidos a prevenir el envejecimiento prematuro y el cáncer de piel.
Para el tratamiento del albinismo a nivel visual se puede realizar cirugías para corregir el estrabismo, y en el caso de la esotropía o la extropía, la cirugía puede ayudar a la visión mediante la ampliación del campo visual (el área que los ojos pueden ver mientras se mira en un punto). Pero en su mayor parte, el tratamiento de las afecciones del ojo consta de rehabilitación visual, uso de gafas bifocales, utilización de gafas de sol para disminuir la fotofobia, incluso algunos recurren a lupas de mano o pequeños telescopios especiales y otros prefieren usar la magnificación de pantalla en los ordenadores.
Escrito por Marta Talise, licenciada en medicina y análisis clínico
http://www.webconsultas.com/salud-al-dia/albinismo/albinismo-8937





La Hemofilia
La hemofilia es un problema hemorrágico. Las personas con hemofilia no sangran más rápido que lo normal, pero pueden sangrar durante un período más prolongado. Su sangre no contiene una cantidad suficiente de factor de coagulación. El factor de coagulación es una proteína en la sangre que controla el sangrado.
La hemofilia es bastante infrecuente. Aproximadamente 1 en 10.000 personas nace con ella.
Tipos de hemofilia
El tipo más común de hemofilia se llama hemofilia A. Esto quiere decir que la persona no tiene suficiente factor VIII (factor ocho).
Un tipo menos común es la denominada hemofilia B. Esta persona no tiene suficiente factor IX (factor nueve). El resultado es el mismo para la hemofilia A y B, o sea, un sangrado por un tiempo mayor que el normal.
La hemofilia se hereda; esto quiere decir que se transmite a través de los genes de la madre y del padre. Los genes portan mensajes acerca de la manera en que las células del organismo se desarrollarán a medida que un bebé va creciendo hasta hacerse adulto. Los genes determinan, por ejemplo, el color de pelo y de ojos de una persona.
A veces, la hemofilia puede ocurrir sin que haya antecedentes familiares de la enfermedad. Ésta se denomina hemofilia esporádica. Alrededor del 30% de las personas con hemofilia no la contrajeron por medio de los genes de sus progenitores. Fue causada por un cambio en sus propios genes.
¿Cómo se hereda la hemofilia?
El gene de la hemofilia pasa de uno de los padres al hijo. Los genes de la hemofilia A y B se encuentran en el cromosoma X. Por eso, la hemofilia se describe como ‘ligada al cromosoma X’. Cuando el padre tiene hemofilia pero la madre no, ninguno de los hijos varón tendrá hemofilia. Todas las hijas portarán el gen de la hemofilia.
Las mujeres que tienen el gen de la hemofilia son llamadas portadoras. A veces muestran  signos de la hemofilia, y pueden transmitirla a sus descendientes. Para cada uno de sus descendientes, hay un 50% de probabilidad de que si es varón tenga hemofilia y un 50% de probabilidad de que si es mujer sea portadora del gen.
Una mujer únicamente puede tener hemofilia si su padre tiene hemofilia y su madre es portadora. Esto es muy infrecuente.
Grados de severidad
La severidad describe cuán serio es el problema. El nivel de la severidad depende de la cantidad de factor de  coagulación que falta en la sangre de la persona.
Muchas personas con hemofilia severa padecen de hemorragias frecuentes en músculos o articulaciones. Sin tratamiento preventivo, pueden sangrar una o dos veces por semana. La hemorragia es con frecuencia espontánea, lo que quiere decir que ocurre sin causa aparente.
Las personas con hemofilia moderada padecen hemorragias con menos frecuencia, sobre una vez al mes. Pueden sangrar durante mucho tiempo tras una cirugía, una lesión seria, o procedimientos odontológicos. Rara vez, sangran sin que haya un motivo claro.
Las personas con hemofilia leve por lo general sólo sufren de hemorragias a consecuencia de cirugías o lesiones graves. Podrían nunca llegar a tener un problema de sangrado.
Síntomas y diagnóstico
Los signos de la hemofilia A y B son los mismos:
    Hematomas extensos
    Sangrado dentro de los músculos y las articulaciones
    Sangrado espontáneo (sangrado repentino dentro del cuerpo sin que haya un motivo claro)
    Sangrado durante mucho tiempo tras cortarse, sacarse una muela o someterse a una cirugía
    Sangrado durante mucho tiempo tras sufrir un accidente, particularmente luego de  una lesión en la cabeza
El sangrado dentro de una articulación o un músculo provoca:
    Dolor o “una sensación extraña”
    Hinchazón
    Dolor y rigidez
    Dificultad para utilizar una articulación o músculo
¿Cuáles son los lugares más frecuentes de sangrado?
Las personas con hemofilia pueden tener hemorragias internas o externas. La mayoría de las hemorragias tienen lugar en las articulaciones o músculos: particularmente en las rodillas, los codos, y los tobillos, así como los músculos del brazo superior y del antebrazo, el músculo de psoas, del muslo, y de la pantorrilla.
Si hay sangrado repetidas veces en una misma articulación, dicha articulación puede dañarse y doler.
Las hemorragias repetidas pueden causar otros problemas de salud, como artritis. Esto puede provocar dificultad para caminar o para realizar actividades sencillas. Sin embargo, las articulaciones de las manos generalmente no están afectadas en la hemofilia (a diferencia de lo que ocurre en algunos tipos de artritis).
¿Cómo se diagnostica la hemofilia?
La hemofilia se diagnostica tomando una muestra de sangre y midiendo el grado de actividad del factor. La hemofilia A se diagnostica haciendo pruebas del grado de actividad de coagulación del factor VIII. La hemofilia B se diagnostica midiendo el grado de actividad del factor IX.
Si la madre es portadora, pueden hacerse pruebas antes del nacimiento del bebé. El diagnóstico prenatal puede realizarse entre la 9a y la 11a semana del embarazo mediante una muestra del velo coriónico o de una muestra de sangre fetal en una etapa posterior (18 semanas o más de embarazo).
Estas pruebas pueden realizarse en un centro de tratamiento de hemofilia. La página Internet de la FMH cuenta con una lista de centros de tratamiento en todo el mundo. Haga clic en Pasaporte para hacer una búsqueda en el directorio.
Tratamiento
Hoy día, el tratamiento de la hemofilia es muy efectivo. Se inyecta el factor de coagulación faltante al torrente sanguíneo utilizando una aguja. El sangrado se detiene cuando una cantidad suficiente de factor de coagulación llega al sitio que está sangrando.
Los sangrados deben tratarse rápidamente. El tratamiento precoz le ayudará a disminuir el dolor y el daño a las articulaciones, músculos y órganos. Si el sangrado es tratado prontamente, se necesitará una menor cantidad de factor coagulante para detener la hemorragia.
Con el tratamiento adecuado, las personas con hemofilia pueden llevar vidas perfectamente saludables. Sin él, muchas morirán jóvenes. Lamentablemente, sólo cerca del 25 por ciento de las 400 mil personas que se calcula padecen hemofilia recibe tratamiento adecuado. La FMH procura mejorar estas estadísticas.
Opciones de tratamiento
Los concentrados de factor constituyen el tratamiento preferido para la hemofilia. Pueden fabricarse a partir de sangre humana (conocidos como productos hemoderivados) o utilizando células genéticamente diseñadas que portan un gene de factor humano (llamados productos recombinantes). Los concentrados de factor se elaboran en sofisticadas instalaciones de fabricación. Todos los concentrados de factor de preparación comercial son tratados para eliminar o inactivar virus transportados por la sangre.
El crioprecipitado es derivado de la sangre y contiene una moderada concentración de factor VIII (pero no de factor IX). Es eficaz para hemorragias articulares y musculares, pero menos seguro que los concentrados en términos de contaminación viral; además, su almacenamiento y administración son más difíciles. El crioprecipitado puede elaborarse en instalaciones locales de recolección de sangre.
El plasma fresco congelado (PFC), del que se han eliminado los glóbulos rojos dejando las proteínas sanguíneas y los factores de coagulación es menos eficaz que el crioprecipitado para el tratamiento de la hemofilia A porque el factor VIII está menos concentrado. Es necesario transfundir grandes volúmenes de plasma. Esto puede causar una sobrecarga circulatoria.
Las personas con hemofilia A leve a veces utilizan desmopresina (también llamada DDAVP), una hormona sintética que estimula la liberación de factor VIII, para tratar sangrados menores.
Fuente:
http://www.wfh.org/es/page.aspx?pid=932
 


La Polidactilia
La polidactilia (del griego «poly»=«mucho» y «daktylos»=«dedo») es un trastorno genético donde un humano nace con más dedos en la mano o en el pie de los que le corresponde (por lo regular un dedo más). Se detecta en el momento del nacimiento o  veces antes por medio del ultrasonido. A estos dedos se les llaman “dedos extra” o “dedos supernumerarios”.
La polidactilia afecta a la mano o al pie en diferentes formas pero no es una malformación que afecte a la salud de la persona aunque, en algunos casos, puede estar asociada a una condición genética más seria en la que pueden existir otras malformaciones físicas o mentales.
Este problema afecta a 1 de cada 1000 bebés nacidos vivos y es más frecuente en la raza negra que en la blanca. No hay diferencia con relación al sexo.
Causas
Durante el desarrollo normal de la mano durante el embarazo, al principio tiene forma de paleta que eventualmente se separará formando los dedos. Algunas veces hay un error en este proceso y los dedos no se separan bien y el resultado es dos dedos pegados entre sí, a esto se le llama “sindactilia”, pero otras veces se forman dedos extras y entonces se da la “polidactilia”. Puede ser que se presenten los dos trastornos combinados.
El desarrollo embriológico del miembro superior se realiza desde las primeras etapas del embarazo, presentando una completa diferenciación a la 7ª semana de gestación. Por ello, cuando la madre ha confirmado su embarazo, la lesión ya está establecida.
¿Por qué el bebé tiene esta malformación? En realidad no es debido a NADA que la madre haya hecho durante el embarazo, este problema puede ser causado por un trastorno en los cromosomas, pero también puede presentarse naturalmente por un solo gen que puede causar algunas variaciones sin que haya ningún otro síntoma o enfermedad y simplemente sucede sin que haya ninguna explicación.
En el 82% de los casos, la polidactilia es un defecto aislado y su asociación con otras malformaciones es mínima. De todas maneras, es aconsejable que el médico busque si hay otras malformaciones asociadas. La polidactilia también se puede transmitir de padres a hijos.
Diagnóstico
El médico hará el diagnóstico basándose en los antecedentes familiares (preguntará si hay alguien más en la familia cercana con este problema) y en la historia clínica. Hará también un examen físico del bebé para descartar la presencia de otras alteraciones que hagan sospechar de algún trastorno genético.
Algunas de las preguntas de la historia clínica pueden ser:
    ¿Algunos otros miembros de la familia han nacido con dedos extras en las manos o en los pies?
    ¿Hay antecedentes familiares de cualquier trastorno ligado a la polidactilia?
    ¿Hay algunos otros síntomas o problemas?
El médico pedirá también algunos estudios de laboratorio:
    Estudios cromosómicos: Por medio de esta prueba se puede:
        Contar el número de cromosomas
        Buscar cambios estructurales en los cromosomas
    Radiografías de la mano afectada para determinar la morfología del dedo.
Durante el embarazo, esta afección se puede diagnosticar con ecografía
Comúnmente todos los seres humanos tienen cinco dedos en cada mano, que van de adentro hacia afuera con la palma hacia arriba de la siguiente manera: pulgar, índice, medio, anular y meñique. Todos los dedos de las manos están formados por tres huesos pequeños llamados falanges (primera falange, segunda falange, en medio, y tercera falange que forma la punta del dedo).
En la polidactilia los dedos adicionales pueden ser bien formados e incluso funcionales o, con desarrollo insuficiente y unidos por un pequeño pedículo; a veces contiene hueso sin articulaciones. El dedo extra suele ser una bifurcación de un dedo normal y rara vez nace de la muñeca como los demás dedos.
Cuando un dedo se duplica, generalmente cada uno de esos dedos son más pequeños que lo normal y es muy común que los dedos extras se angulen hacia los lados.
Clasificación
La polidactilia puede darse:
    En el primer dedo o pulgar que se encuentra a la altura de un hueso del brazo llamado radio (llamado preaxial);
    Entre cualquiera de los dedos o,
    En el quinto dedo o meñique que está localizado a la altura del cúbito, el otro hueso del brazo (llamado postaxial).
La duplicación puede afectar a segmentos más amplios o incluso a toda la extremidad.
Según la ubicación del dedo extra, la polidactilia se ha clasificado de la siguiente manera:
    Preaxial 1: Polidactilia del pulgar o primer ortejo del pie, o también puede haber implantación en la primera falange del pulgar
    Preaxial 2: Pueden existir dos pulgares completos con tres falanges. El pulgar normal sólo tiene dos falanges.
    Preaxial 3: polidactilia del dedo índice, El pulgar extra puede o no tener tres falanges.
    Polidactilia del meñique ó postaxial: polidactilia en el borde de la mano del lado del hueso cúbito del brazo o peroneo del pie. En éste caso se pueden dar dos tipos de polidactilia, una es cuando el dedo extra está bien formado y pegado en la mano; y la segunda, cuando el dedo extra está pediculado, o sea que no tiene huesos, y sólo cuelga del meñique normal. Esta última polidactilia es la más frecuente de las dos.
 Polidactilia del meñique ó postaxial: polidactilia en el borde de la mano del lado del hueso cúbito del brazo o peroneo del pie. Polidactilia del meñique ó postaxial: polidactilia en el borde de la mano del lado del hueso cúbito del brazo o peroneo del pie.
    Duplicación Central: es la presencia de polidactilia en los dedos, anular, medio o índice, asociándose en forma frecuente sindactilia (Fusión de piel o huesos de uno o más dedos). Suelen ser bilaterales.
Duplicación Central: es la presencia de polidactilia en los dedos, anular, medio o índice, asociándose en forma frecuente sindactilia
Tomando en cuenta las características clínicas de los dedos supernumerarios y sus repercusiones en los elementos vecinos, Stelling y Turek la clasifican en:
        Tipo I: masa de tejido blando desprovista de hueso y cartílago.
 Tipo I: masa de tejido blando desprovista de hueso y cartílago.
        Tipo II: dedo extra que no está completamente desarrollado.
        Tipo III: dedo extra similar al dedo normal adyacente.
 Tipo III: dedo extra similar al dedo normal adyacente.
Tratamiento
El tratamiento es quirúrgico y la cirugía es programada. Lo ideal es que la extirpación del dedo extra se haga mediante cirugía plástica.
Cuando el dedo es pequeño y rudimentario, generalmente se remueven simplemente atando una ligadura alrededor del pedículo para que lo haga desprenderse más adelante.
Cuando estos dedos son más grandes, se requiere de una cirugía para extirparlos. La cirugía se debe realizar lo más pronto posible después de ser detectada, para que la cicatriz sea menor. La edad óptima de intervención es a partir de los 6 meses, pero cuando el dedo extra compromete la función de la mano o de los dedos, se debe realizar una cirugía precoz.
El médico especialista en mano tratará de lograr que la apariencia y funcionalidad de la mano sean lo mejor posible.
Después de la cirugía es normal proteger la mano con vendajes durante semanas o meses, dependiendo del tipo de procedimiento que se haya realizado. En algunas ocasiones es necesario realizar un retoque cuando el niño crece.
    Terapista de mano: En algunas ocasiones un terapista de mano puede ayudar con algunos problemas que aparecen después de la cirugía aunque algunos niños se recuperan sin esta ayuda.
Cirugía del pie: La cirugía está indicada para mejorar la apariencia del pie y el uso del calzado. Generalmente se realiza cuando el bebé ha cumplido un año de edad para que el efecto en el desarrollo de la marcha sea mínimo, pero el médico generalmente esperará a que haya ocurrido la osificación (formación de los huesos) para que pueda hacer una valoración anatómica adecuada.
Prevención
Los padres que han tenido un hijo con polidactilia, así como los que tiene antecedentes en la familia, deben de acudir a consejo genético para determinar el riesgo de que se vuelva a presentar.
Complicaciones
Imposibilidad de realizar funciones adecuadamente con la mano (impotencia funcional), sobre todo cuando es el dedo pulgar el que está de extra.
Complicaciones asociadas: existe la polidactilia aislada, la cual no se asocia a ningún otro defecto. Pero por coincidencia puede asociarse a otros, como una cardiopatía o defecto de corazón congénito.
Lo que sí resulta más frecuente es la polidactilia con sindactilia (no se desarrolla bien la separación de los dedos y se quedan dos pegados), la cual es más frecuente en los dedos de los pies.
De cualquier forma es importante buscar otras manifestaciones y malformaciones ya que la polidactilia puede ser parte de síndromes.
Pronósticos
En general es favorable excepto cuando el problema está asociado a otras malformaciones.
En muchos casos, la cirugía da como resultado una mano muy mejorada pero no totalmente normal en apariencia. Afortunadamente, a menos de que haya algo particularmente notorio en la mano, lo que la gente nota más en una persona no es si un dedo es más pequeño que el otro sino más bien la forma en la que usa su mano.
¿Qué pasa si no se opera?
La polidactilia no tiene ningún riesgo para la salud y la cirugía generalmente tiene un buen resultado si se hace en los primeros años de vida cuando el niño tiene tiempo para adaptarse y acomodarse a los cambios de su mano. Esto es más difícil que suceda cuando la cirugía se hace después de la infancia.
Probabilidad de que se repita
En algunos casos donde se hereda de padres a hijos, los afectados tienen un riesgo de transmitirlo a su descendencia del 50 por ciento. El hijo que no presenta la sintomatología no tiene posibilidad de heredar a su descendencia.  Pero la mayoría de los casos son esporádicos (no hay antecedentes familiares) y no hay riesgo de repetición.
Referencias
    http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/003176.htm
    http://www.genome.gov/GlossaryS/index.cfm?id=157
    http://www.umm.edu/esp_ency/article/003176.htm
    http://www.salud.es/polidactilia/sintomas




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